Ecos del halcón

Entre los tantos fichajes que han ocurrido la temporada muerta, admito que el que más me ha llamado la atención por encima de todos (sí, incluso por encima de Wess Welker y Denver Broncos) es la adquisición de Steven Jackson a Atlanta Falcons.

El caso de Jackson es el típico caso de la estrella solitaria en cualquier disciplina. Es como aquellos jugadores de fútbol cuyas nacionalidades lo han mantenido fuera de la Copa del Mundo o los beisbolistas que no han dado los batazos suficientes para guiar a sus pobres equipos a la Serie Mundial.

Con el corredor ha sido el mismo cuento, no importó todos los esfuerzos que hizo durante sus ocho años con St. Louis Rams: ningún otro RN activo tiene tantas yardas acumuladas como él (10.135) en 131 juegos (118 de ellos como titular), 56 TDs con un promedio de avance de 4.2 yardas por tierra y 3.1 por aire.

Fue nombrado al Pro Bowl en tres ocasiones (la última fue en 2010), e impuso un récord con yardas combinadas en la campaña 2006 con 2.334 ¿Qué significa eso? Que esa temporada a Jackson solo le faltó lanzar el balón para hacerlo todo él solo en su ofensiva.

Ahora llega a Atlanta, donde está un Roddy White al mando de los receptores abiertos, un futuro salón de la fama como Tony González de ala cerrada y un estelar Matt Ryan que está por entrar a su mejor momento en la NFL.

Jackson pareciera que no tendrá que hacer todo el trabajo después de todo, pero su llegada ha generado un eco en algunos halcones, el primero en ser afectado por la situación es Jacquizz Rodgers, quien tuvo un papel predominante la campaña pasada como sustituto de Michael Turner, en aquellos escenarios donde el corredor titular no ofrecía tanta seguridad para recibir un pase aéreo.

Dado que Steven Jackson hace a cabalidad ambas tareas, lo de Rodgers queda en el aire.

"Cuando inicie el juego, intentaré hacer valer mis jugadas", declaró el suplente al diario Atlanta Journal Constitution. "Intentaré que suene mi número con más frecuencia. Intentaré que cada pase y cada corrida cuenten".

Jackson fue uno de los corredores que más jugadas tuvo a su cargo. En total llevó el balón el 70.4 % de las jugadas de su equipo. La incertidumbre aumenta en Rodgers, quien no está seguro de cuales serán los planes para el recién llegado, pero eso no le impide colaborar con él.

"Ahora que no conoce bien nuestro libro de jugadas, me pregunta a cada rato muchas cosas. Nuestro libro es tan grueso que lo entiendo. Haré lo que sea para ayudarlo", agregó.

A partir del 25 de julio, Rodgers tendrá que intensificar su ayuda con su nuevo compañero en el campo de entrenamiento de Falcons.

Foto cortesía http://blogs.ajc.com/

@mynameisteo