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"Librame del agua mansa, Señor, que de la brava me libro yo", así dice un refrán que se adapta a las características de la organización New York Giants.
En silencio, alejados de las cámaras y concentrados totalmente en su trabajo, los dirigidos por Tom Coughlin meten más miedo cuando arman su equipo de esta manera. No les basta con que Eli Manning, uno de los mariscales de campo más constante en las últimas campañas, esté acompañado por receptores confiables como Hakeem Nicks y Víctor Cruz.
También empieza a surgir la figura de Rueben Randle, quien fue escogido en la segunda ronda del draft 2012.
La campaña pasada poco se pudo mostrar, pero con el trabajo que ha realizado en temporada muerta, al asistir a todas las fases de trabajo de los Giants le ha impresionado a sus compañeros, entre ellos a su QB.
"Creo que ha hecho muchas cosas buenas (en el minicampamento)", compartió Manning a New York Daily News. "Hizo muchas jugadas para nosotros. Creo que este año se convertirá en un factor ofensivo para nosotros".
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Randle fue titular en uno de los 16 juegos del 2012, tuvo 19 recepciones en las que acumuló 298 yardas, anotó en tres ocasiones y promedió un avance de 15.7 yardas por cada atrapada. La mayoría de estos números los consiguió al final de la campaña, al principio le costó adaptarse al sistema profesional y fue dejado al olvido por el cuerpo técnico.
Sin embargo, con Cruz luchando por un mejor contrato y Nicks batallando contra una molestia en el pie, Randle ha aprovechado cada reunión de pretemporada de Giants para mostrar lo que puede hacer.
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"Luce como si hubiera estado con nosotros desde hace cinco o seis años, su profesionalismo, su manera de hacer las cosas, es sorprendente", dijo el coordinador ofensivo del equipo, Kevin Gilbride.
La oportunidad para amarrar ese puesto de tercer receptor para Randle llegará a partir del viernes, cuando Giants arranquen su campamento.
@mynameisteo
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